NAJAF. La principal autoridad religiosa chiita de Irak y de los más respetados a nivel mundial, el gran ayatollah Ali Al-Sistani, expresó este lunes su profundo pesar por la muerte del Papa Francisco, al que calificó de ser un líder religioso “profundamente respetado por todos” por su defensa de la paz, la tolerancia y la solidaridad con los oprimidos.
En un mensaje de condolencias dirigido al cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, la oficina del Ayatollah Sistani afirmó que el difunto papa gozaba de una alta estima espiritual entre muchos pueblos del mundo y elogió su distinguido papel al servicio de la paz y la tolerancia.
El mensaje también recordó la histórica reunión de 2021 entre ambos líderes en Najaf, describiéndola como un momento de gran trascendencia que reafirmó el compromiso compartido con la fe en Dios Todopoderoso y los nobles valores morales para superar los grandes desafíos que enfrenta la humanidad. Tras su histórico viaje a Irak, Francisco afirmó que su encuentro con Sistani —quien es extremadamente reservado y rara vez concede audiencias— había sido «benigno para mi alma».
El encuentro marcó un hito en la historia religiosa moderna y en los esfuerzos de Francisco por profundizar el diálogo interreligioso. Sistani le dijo al papa que los cristianos iraquíes deben vivir en paz.
A pesar de los altos riesgos para su seguridad personal, Francisco visitó Mosul, ciudad prácticamente en ruinas, devastada por el Estado Islámico hasta su derrota en 2017.
Para el momento de la visita de Francisco, la población cristiana de Irak se había reducido durante los años de violencia en el país a menos de 400.000 personas, de un aproximado de 1,5 millones antes de la invasión liderada por Estados Unidos en 2003.
Francisco rezó por las víctimas de la guerra frente a la centenaria iglesia de Al-Tahera (Inmaculada Concepción), donde pidió a los cristianos de Irak y Oriente Medio que permanecieran en sus países de origen.
El lunes, Benedictus Younan Hanno, arzobispo de la Iglesia católica siríaca de Mosul, capital de la provincia de Nínive, hogar de una de las comunidades cristianas más antiguas del mundo, instó a las iglesias a tocar las campanas por el difunto papa. El comunicado transmitió sus condolencias a los católicos de todo el mundo y pidió «bien, bendiciones y paz» para toda la humanidad.

Texto de la Declaración de la Oficina del Gran Ayatollah Ali al-Sistani:
En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso
Su Eminencia, Cardenal Pietro Parolin,
Secretario de Estado del Vaticano,
Saludos cordiales,
Hemos recibido con profundo dolor la noticia del fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco, quien tuvo un alto estatus espiritual entre muchos pueblos del mundo y fue profundamente respetado por todos debido a su distinguido papel al servicio de las causas de la paz y la tolerancia, así como por su solidaridad con los oprimidos y perseguidos en todo el mundo.
El histórico encuentro que lo reunió con la Suprema Autoridad Religiosa en Najaf fue de gran importancia, ya que ambas partes reafirmaron el papel fundamental de la fe en Dios Todopoderoso y sus mensajes revelados, así como el compromiso con los nobles valores morales para superar los grandes desafíos que enfrenta la humanidad en esta era.
El encuentro enfatizó la necesidad de aunar esfuerzos para promover una cultura de coexistencia pacífica, rechazar la violencia y el odio, y defender los valores de la armonía entre las personas, basados en la protección de los derechos y el respeto mutuo entre los seguidores de diversas religiones y tradiciones intelectuales.
Al mismo tiempo que la Suprema Autoridad Religiosa extiende sus condolencias y simpatía a los seguidores de la Iglesia Católica en todo el mundo por esta dolorosa pérdida, les desea paciencia y consuelo y ruega a Dios Todopoderoso que les conceda y a toda la humanidad la bondad, las bendiciones y la paz que merecen en Su inmensa misericordia.