Autor: Aaron P. Mourtada
Hace algunos días, el gobierno de los Estados Unidos anunció la imposición de un esquema de sanciones contra Astan Quds Razavi, la organización benéfica que administra el santuario del Imam Rida (el octavo imam chií, con él sea la paz) en la ciudad Santa de Mashhad, en Irán. Aunque las sanciones agresivamente impuestas a la población iraní por desgracia ya no sorprenden, lo que ha sorprendido a muchos es la imposición de dicho mecanismo a una organización preminentemente religiosa con una antigüedad que predata a la fundación misma de los Estados Unidos por muchos siglos.
La organización administrativa de Astan Quds Razavi es considerada la organización más antigua de Irán y desde el martirio del Imam Rida (con el sea la paz) hace 1200 años hasta ahora, siempre ha tenido de una u otra forma, a una organización responsable de manejar sus asuntos. Los registros administrativos de Astan Quds Razavi revelan que, con la ayuda de financiaciones y donativos piadosos se ha dedicado a la organización de sus asuntos y ha estado encabezada por custodios, superintendentes y un cuerpo ejecutivo desde larga data. Uno de sus primeros donativos registrados data del año 385 de la hégira (aproximadamente el año 1442 de la era común) y consiste en una copia del Sagrado Corán.
Es de destacar que el nombre actual de la organización caritativa (Astan Quds Razavi) lo recibe durante el gobierno del shah Oljeitu, perteneciente a la dinastía mongola de los ilkhanidas, mejor conocido como el shah Khodabandeh. A partir de la era safavida, la custodia de Astan Quds Razavi estuvo a cargo del monarca en turno de las distintas dinastías reinantes y de funcionarios de sus respectivas cortes. Después de la victoria de la revolución islámica en 1979 y el nombramiento del ayatollah Abbas Vaez-Tabasi como custodio de Astan Quds Razavi, la administración y donaciones se sometieron a una reevaluación completa para que se administren de acuerdo con las regulaciones canónicas islámicas y para poder satisfacer la voluntad de todos sus donantes y beneficiarios. El actual custodio es el Hujjatul-Islam Ahmad Marvi, nombrado en 2019.
Con la reorganización de sus asuntos y la adecuada utilización de los ingresos provenientes de los diversos donativos se han realizado además de sus funciones de atención al Santuario del Imam Rida (p), grandes inversiones para beneficio de la población en los sectores económico, industrial, de servicios y la cultura; así como la tutela de diversas instituciones educativas, de beneficencia y de atención médica. En la actualidad, más de 18,000 empleados están trabajando en la organización central y más de setenta instituciones, organizaciones y fundaciones están afiliadas a Astan Quds Razavi.
Tras repasar muy brevemente la centenaria historia de Astan Quds Razavi queda claro el papel fundamental que juega dicha organización en el bienestar tanto espiritual como palpable de la población iraní. Es este papel el que la ha convertido en el último blanco de la administración saliente estadounidense. Queda por ver el rol que tomará la nueva administración americana al respecto.
En resumen, Astan Quds Razavi se ha encargado tanto de la custodia del santuario como del cuidado del legado de sus benefactores, desde por lo menos, cuatro siglos antes de la rebelión que dio origen al actual estado americano. Como organización ha visto a varios imperios, gobiernos y dinastías ascender y caer; superando en ese trayecto dificultades de todo tipo: invasiones, guerras orquestadas desde el extranjero, turbulencias políticas, vicisitudes económicas, etcétera. Las sanciones impuestas recientemente en su contra son una presunción, cuyo objetivo no es solamente debilitar de nuevo a la economía de la República Islámica de Irán, sino también golpetear a una de sus fortalezas espirituales; presunción que con toda seguridad vista la historia de Astan Quds Razavi, será más que superada.
